El 2009 fue un año complicado para el sector eólico y supuso un punto de inflexión en su desarrollo. Aún así, el sector aportó directa e indirectamente 3.207 millones de euros al PIB Español, lo que representa un 0,34% del PIB español. Comparando estos datos con los obtenidos en el año 2008, en el que la aportación representó un 0,39% del PIB español, podemos observar la tendencia bajista del sector.
Las principales causas de este cambio de tendencia experimentado en el año 2009, y continuado en el año 2010, son:
- El impacto de Registro de Preasignación, nacido al amparo del Real Decreto 6/2009.
- Las crecientes contraprestaciones económicas.
- Las barreras administrativas que implican los concursos autonómicos.
- La crisis económica que atraviesa nuestro país.
- La incertidumbre por la falta de un marco regulatorio que establezca las reglas del juego a partir de 2013
Además la energía eólica ahorró a nuestro país 1.541 millones de euros por la sustitución de las importaciones de combustibles fósiles, más otros 270 millones de euros gracias a las emisiones de gases de efecto invernadero que se evitaron. A estas cifras habría que sumarle que se exportó energía eólica por valor de 2.104 millones de euros, lo cual aportó 207 millones de euros a la balanza fiscal. También se destinaron 156 millones a I+D+i, y contribuyó a generar empleo cualificado, lo que hace que el sector eólico siga siendo clave para el futuro de la sociedad española.
Pero el futuro es incierto, ya que para 2011 y 2012, quedan pendientes de puesta en marcha inscritos en el Registro de Preasignación menos de 3.000 MW. A partir de entonces, no se conoce ni la retribución que percibirán las instalaciones, ni el sistema que se utilizará, lo que frena que comience la instalación de parques eólicos de cara al futuro. Esto es importante, ya que España deberá cumplir, como todos los países de la Unión Europea, el objetivo de que el 20% del consumo final de energía proceda de fuentes renovables en 2020, para lo que la eólica será fundamental. Según las previsiones enviadas por el Gobierno a Bruselas en su Plan de Acción de Energías Renovables (PANER), se espera que en 2020 haya 35.000 MW de eólica terrestre y 3.000 MW de eólica marina en España. Para cumplir estos objetivos, será necesario que se clarifique el marco regulatorio futuro del sector sin más dilación.
En 2010, Castilla y León fue, por segundo año consecutivo, la Comunidad Autónoma que más energía eólica instaló, con 917 MW, el 60,4% de toda la nueva potencia instalada en España. Le siguieron Cataluña, con 326,87 MW nuevos, y Andalucía, con 139,41 MW. De este modo, Castilla y León, continúa a la cabeza del ranking de potencia instalada por Comunidades Autónomas, seguida por Castilla-La Mancha (que instaló 6 MW en 2010) y Galicia (54,80 MW).
Numerosas comunidades (Andalucía, Aragón, Canarias, Cantabria, Cataluña, Extremadura y Galicia) realizaron concursos eólicos en 2010 y adjudicaron potencia eólica por encima de 7.000 MW. Sin embargo, en ausencia del nuevo marco regulatorio, no se sabe ni cómo ni cuándo podrá instalarse esta potencia.
En lo que se refiere a las empresas promotoras, Iberdrola Renovables continúa liderando el ranking español, con un total de 5.168,50 MW. En 2010, fue la compañía que más instaló, al sumar 289,22 MW. También instalaron más de 200 MW en el año EDPR (249,78 MW) y Govade (232,52 MW). En el ranking de potencia instalada, Acciona continúa en segundo lugar, con 4.036,82 MW, seguida por EDPR, con 1.862,92 MW.
Entre los fabricantes, los aerogeneradores de Gamesa sumaron 760,7 MW en 2010. La empresa mantiene el primer puesto de la clasificación, con un total de 11.108,07 MW. Vestas, con nueva potencia instalada por valor de 500,4 MW y un total de 3.528,72 MW, permanece en segundo lugar. Alstom Wind pasa a ocupar el tercer puesto, con 1.559,85 MW, tras instalar 141,78 MW en 2010.
Fuente: AEE (Asociación Empresarial Eólica)
En 2010, la energía eólica cubrió el 16,6% de la demanda eléctrica en España (según datos de Red Eléctrica de España) y se consolidó como la tercera tecnología que más aporta al sistema, tras la nuclear y los ciclos combinados.