Es la energía minieólica: aerogeneradores minúsculos, de entre 1 y 100 kW, que se instalan en el tejado de las viviendas o en granjas aisladas, y pueden ayudar a cubrir la demanda eléctrica de una familia sin emitir ni un gramo de Co2.
La quincena de empresas que forma el sector minieólico en España ha comenzado una batalla para independizarsede sus hermanos mayores, los parques eólicos, y obtener un marco regulatorio propio, como ya ha ocurrido en Portugal y en Italia. Su objetivo es que el próximo Plan de Energías renovables 2010-2020 reconozca su existencia y facilite los trámites para que cualquier ciudadano se pueda instalar una miniturbina en su tejado. Pero todavía quedan 15 meses para la entrada en vigor del nuevo Plan, por lo que el sector pide a Industria un real decreto que ponga ya fin al bloqueo.
“Estamos peor que al principio”, “España tiene un gran potencial en sus fabricantes, que se mantienen gracias a las exportaciones y a las ayudas al Tercer Mundo, pero la situación ya no es sostenible, necesitamos un marco regulatorio”.
El sector no tiene ni primas ni incentivos fiscales, como su hermano fotovoltaico, y la actitud del Ministerio no es “muy lógica”. “En EEUU, sale más barato generar tu propia electricidad que comprársela a la compañía, porque allí no existe déficit tarifario, por eso hay un boom deenergía minieólica”. En España, en cambio, el Estado asume la diferencia entre lo que cuesta realmente el kilovatio y la magra tarifa que paga el usuario. Actualmente, el déficit tarifario español supera los 14.000 millones de euros.